Este hombre no buscó la mejor manera para probar su chaleco
antibalas y decidió, por qué no, dispararse para ver qué tan bueno era
su protector.
Por suerte ha funcionado, aunque al parecer causó un gran dolor, porque inmediatamente se quejó del dolor doblandose.
El hombre al parecer de nacionalidad estadounidense, tomó la extraordinaria decisión de disparar una bala directamente en el estómago con el fin de ver si su chaleco era tan eficaz como se suponía que era.
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